Por ese motivo nos sorprendió el reciente informe de la
Organización de Consumidores y Usuarios, que asegura que dos grandes
supermercados han utilizado carne de caballo en sus hamburguesas que vendían
como hamburguesas de carne de vacuno. Según los profesionales, este hecho no
implica que el consumidor que las haya comprado pueda tener problemas de salud,
ya que en un principio la carne de caballo no es perjudicial. El problema es
que no deja de ser un engaño al consumidor por parte de algunos supermercados y
esto es algo que un cliente no puede permitir.
La una de las empresas en las que se ha detectado este hecho es Eroski; una
cooperativa de origen vasco que cuenta con más de 50.000 trabajadores en toda
España y el supermercado que casualmente ofrecía una calidad aceptable en sus
hamburguesas (a diferencia de otros).La pregunta que nos hacemos es cómo debe reaccionar un cliente tras un fraude semejante
¿Dejarán de comprar los clientes en estos supermercados? ¿Serán retirados todos estos productos? ¿Hasta qué punto podemos fiarnos de que estamos comprando aquello que realmente ofrecen los supermercados?
¡Danos tu opinión!
Si las mamás dejan de comprar hamburguesas de ternera yo aquí tengo carne en barra
ResponderEliminarSantiago en barra (?)
ResponderEliminarLa gente comprará igual. Estamos en un punto de la vida, en que mucha gente no mira lo que compra. Habría que hacer inspecciones más duras en todas las grandes cadenas que dicen que tienen productos de 'calidad'.
ResponderEliminarLa hamburguesa siempre será un plato estrella en todos los hogares con niños. Es un plato facil de hacer y que a la mayoria de crios les encanta. Vale que puede impactar la noticia pero la carne de caballo esta demostrado que es de las mas sanas del mercado... Es cierto que mienten al no ponerlo pero creo que no afectara a la venta de hamburguesas
ResponderEliminarEl problema, como bien ha apuntado Guillem, no es el hecho de consumir carne de caballo, puesto que está totalmente demostrado que ésta, no es perjudicial para la salud. Lo realmente importante e inquietante, es el engaño/estafa al que se somete a los consumidores (atentando contra su confianza) y además, y lo que es más grave, incumpliendo con la legalidad de nuestro ordenamiento jurídico, ya que se vulnera una ley básica como es: La Ley para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, p.ej. art. 18, que hace referencia al “etiquetado y presentación de los bienes y servicios”. Por tanto, es evidente que estos productos deben ser inmediatamente retirados del mercado, no porque sean perjudiciales para la salud, sino porque simplemente no cumplen la normativa básica. Pero lo más grave de este asunto, es que probablemente, esto no se trate de un engaño puntual, sino que es posible que sea una práctica habitual que se extienda a un amplio abanico de productos. La solución quizás, pase por imponer controles más estrictos o rigurosos en los alimentos e incrementar las sanciones a los establecimientos que incumplan la normativa, para tratar así de evitar, que esta práctica, siga llevándose a cabo, o como mínimo, se vea reducida de forma sustancial. De otro modo, si no se garantiza el cumplimiento de la ley: ¿Quién protege a los consumidores?
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